viernes, 21 de noviembre de 2008

Pirateando la democracia.

Pirateando la democracia (Hacking Democracy, 2006) es un documental de Simon Ardizzone y Russell Michaels en el que se pone en cuestión la fiabilidad del sistema de votaciones vigente en Estados Unidos.
En el año 2000, el Gobernador de Texas y miembro del Partido Republicano, Georges W. Bush, hijo del también presidente Georges H. Bush, se convierte en el Presidente número 43 de Estados Unidos, al derrotar al candidato demócrata Al Gore, en las que fueron las elecciones más polémicas y discutidas de toda la historia de la democracia norteamericana. Con unas diferencias realmente apretadas, todo se iba a decidir con los votos del estado de Florida... Tras varios recuentos, tuvo que intervenir el Tribunal Supremo de EE.UU (puesto que ninguno de los candidatos recibió la mayoría suficiente para hacerse con el triunfo) y acordó concederle la victoria a Bush.
Aunque Gore había conseguido más votos totales (un 48,4%, frente a un 47,9% de Bush) no ganó las elecciones. Fue la primera vez, desde 1888, que un candidato ganaba las elecciones con menos votos que su adversario.
En Estados Unidos, supuestamente una de las democracias más reputadas del planeta, el sistema de voto es complicado. Existen varias formas de votar: la tradicional (papeletas) y la llamémosla moderna, mediante máquinas de voto electrónico...
Aproximadamente el 80% de los votos emitidos actualmente se realizan a traves de estos ordenadores. Pero, ¿son seguros estos medios informatizados?
Tras la polémica victoria de Georges Bush, un grupo de ciudadanos de Seattle quisieron conocer cuál era la manera en que se habían contado sus votos. No obtuvieron respuesta. La Administración sólo les ofreció el famoso "Top Secret" y les cerró sus puertas. Esta situación de oscurantismo les llevó a plantearse el realizar un viaje por Estados Unidos investigando algo tan simple como esto: ¿cómo cuentan ustedes nuestros votos?. Lo que encontraron es simplemente sorprendente: votos tirados en la basura, papeletas de recuentos en bolsas, un sistema informático tan débil que se piratea en apenas 90 segundos, votos restados en vez de sumados, y lo más inquietante, maneras sencillas de cambiar el número de votos obtenidos por los candidatos.
¿Es la democracia estadounidense una democracia pirateada?

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